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martes, 19 de octubre de 2010

LA CESÁRIA Y EL EMBARAZO-TODO MUJER LATINA

TODO MUJER LATINA

LA CESÁRIA Y EL EMBARAZO

Cuando el parto no se presenta como estaba previsto, el recurso a la cesárea a veces es inevitable. Antes se utilizaba solamente en los casos de urgencia, pero actualmente cada vez se practica más, aunque plantee ciertos problemas. ¿Qué repercusiones puede tener sobre la madre? ¿Y sobre el bebé?...

¿Por qué realizar una cesárea?
> Cuando el parto natural no es posible por diferentes razones:
- la pelvis de la madre es demasiado estrecha
- el bebé es demasiado grande para pasar de forma natural
- se presenta en una mala posición, de frente, transversal o de nalgas
- existe un obstáculo en la salida del bebé, por ejemplo, un fibroma, un quiste o placenta previa, que impide que el bebé pueda salir.

> Necesidad de interrumpir el embarazo antes de tiempo por el bien de la salud del niño o de la madre:
- enfermedad del niño (diabetes, toxemia o retraso en el crecimiento)
- hemorragia materna
- nacimiento múltiple
- enfermedad de la madre
- incompatibilidad de Rh

> Necesidad de terminar el parto:
- demasiado cansancio de la madre, problemas cardiovasculares que impiden llevar a cabo el trabajo
- el cuello del útero no se dilata más
- la cabeza del bebé no se coloca en la pelvis
- sufrimiento fetal demasiado importante, detectado gracias a la monitorización.

La intervención
Se trata de una intervención quirúrgica que no se lleva a cabo en la sala de parto, sino en el quirófano. Para incidir lo mejor posible en el abdomen, y luego en el útero, se afeita el pelo del pubis y se pone una sonda en la vejiga para que no moleste al cirujano durante la operación o sea perforada. La piel del abdomen se desinfecta. Entonces, el cirujano incide primero en la piel, luego en los músculos de la pared abdominal y, a continuación, en el útero. Entonces se procede a sacar al bebé e, inmediatamente, la placenta.
En segundo lugar, se cosen los diferentes tejidos incididos con hilo o grapas, que quitarán entre 5 y 7 días después. La intervención dura cerca de 1 hora, o 1h 30.
La cesárea se realiza bajo anestesia peridural, o con anestesia general en casos de urgencia extrema, ya que la peridural tarda 15 minutos en hacer efecto.

Los cuidados post-operatorios
Tras la cesárea se efectúa un control de la madre. El cansancio es, generalmente, más importante que después de un parto natural. La recuperación puede ocasionar dolores abdominales, e incluso puede necesitar un régimen especial. La cicatrización también puede ser dolorosa, sobre todo con las contracciones de después del nacimiento. Sin embargo, al estar escondida tras el vello del pubis, la cicatriz no causa problemas estéticos demasiado importantes. Adquiere su aspecto definitivo al cabo de unos 8 meses, pero no se debe exponer al sol antes de que transcurra un año.
Respecto a la relación con el bebé, la leche puede tardar más tiempo en subir debido al cansancio. Los cuidados dedicados a la madre y al niño justo después del nacimiento también pueden vivirse mal, porque provocan la separación de ambos. La vuelta a casa suele hacerse al cabo de una semana. La recuperación de las actividades normales debe ser progresiva y más lenta que con un parto natural pero, en la mayoría de casos, la cesárea no es más que un recuerdo al cabo de un mes.

Cesárea y vivencia de la madre
Según los casos, la cesárea puede estar prevista de antemano o ser necesaria en el transcurso del parto, hecho que cambia, evidentemente, la percepción que puede tener la madre, que habrá tenido tiempo de prepararse para esta eventualidad. Por otra parte, muchas madres dicen tener la sensación de que se les ha “robado” el parto.

¿Demasiadas cesáreas?
Aunque se practique con cada vez más frecuencia, alcanzando en algunas clínicas un índice superior al 25% (en oposición al 15%, que es el índice normal según los especialistas), la cesárea no es un acto anodino. Las complicaciones infecciosas post-parto de la madre son 3 veces superiores que con un parto natural.

Este aumento de cesáreas se explica por numerosas razones:

- Una mejor consideración del sufrimiento fetal durante el parto
- Un mayor conocimiento de los riesgos par los bebés de algunos partos naturales, niños muy grandes o con muy poco peso, presentaciones de nalgas, prematuros.
- El aumento de los embarazos de riesgo, especialmente de gemelos y tardíos.
- Una mayor exigencia de las madres que lleva a los médicos a optar por las soluciones menos arriesgadas para el bebé y la madre, mejor que un parto largo y difícil.
- El avance de las técnicas quirúrgicas y de la anestesia.

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