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viernes, 19 de noviembre de 2010

LAS MOLESTIAS DURANTE EL EMBARAZO-TODO MUJER LATINA

TODO MUJER LATINA

LAS MOLESTIAS DURANTE EL EMBARAZO

Al hablar de las molestias típicas del embarazo lo primero que nos viene a la mente son las famosas nauseas, el cansancio y los mareos. Sin embargo, hay otras molestias menos conocidas que puede sufrir la embarazada durante la gestación...

Son cambios que se producen en el embarazo como efecto de la acción de las hormonas. No suelen formar parte de la lista de “molestias oficiales del embarazo” y es posible que nadie te haya hablado de ellas, pero en menor o en mayor medida pueden aparecer a lo largo de la gestación.

Son la parte menos agradable de estar embarazada, y aunque son inconvenientes reversibles que desaparecen después del parto, la mayoría de las futuras mamás sufre alguna de estas molestias en algún momento del embarazo. De todas formas, son fáciles de tratar y no afectan en absoluto al crecimiento del bebé.

Sudoración en el embarazo
Algunas mujeres sufren sudores en el embarazo mucho más que otras. La sudoración en el embarazo es un mecanismo de respuesta del organismo para disminuir la temperatura corporal de la embarazada que se eleva debido al aumento del flujo sanguíneo.

Puede aparecer en cualquier momento del embarazo, pero se exacerba en el último trimestre.

Con el sudor, el cuerpo elimina sales minerales, por lo que se recomienda utilizar ropa holgada, preferiblemente de algodón y mantenerse bien hidratada.

Aumento de la salivación
Puede que notes que mojas la almohada por las noches o que el exceso de saliva te provoca náuseas. La explicación es que el aumento de hormonas causa alteraciones bucales como por ejemplo el aumento de la salivación. También llamada hipersalivación o sialorrea.

Esta molestia es más frecuente en el primer trimestre de embarazo, y suele estar relacionada con las náuseas de las primeras semanas.

Para aliviar la sensación de exceso de saliva, hay algunos trucos como por ejemplo ingerir una rebanada de pan integral o galletas livianas y cepillarse los dientes. A mi me funcionaba bien beber refrescos de limón.

Indigestión en el embarazo
La indigestión en el embarazo es una de las molestias asociadas a la gestación. Da la sensación de tener el estómago revuelto y que nada de lo que comemos nos sienta bien.

Suele ser más frecuente en el primer trimestre, incluso en algunas mujeres es la primera señal de embarazo, y también en el último trimestre de gestación. Al comienzo, se debe a la acción de las hormonas y al final, a que el tamaño del útero comprime los órganos que intervienen en la digestión haciéndola más lenta y pesada.

Para disminuir el malestar se recomienda hacer comidas pequeñas varias veces al día y evitar las comidas copiosas que tardan más tiempo en digerirse.

Ronquidos en el embarazo
Es posible que tu pareja haya notado que roncas cuando duermes, aún cuando nunca hayas roncado. Se debe a que durante el embarazo se congestionan las vías respiratorias, lo cual produce una sensación de taponamiento y cierta dificultad para respirar que se traduce en ronquidos.

Son más propensas a sufrirlos las mujeres que han aumentado demasiado de peso durante el embarazo, las que sufren hipertensión o preeclampsia y las que eran roncadoras antes del embarazo.

Suelen incrementarse hacia el segundo y tercer trimestre, ya que a medida que avanza el embarazo se va acumulando además algo de grasa alrededor del cuello y garganta, estrechando más las vías respiratorias.

Para aliviar los ronquidos en el embarazo se recomienda evitar la cafeína, controlar el aumento de peso, elevar un poco la cabeza al dormir, dormir de lado o recurrir a las tiritas nasales adhesivas.

Cambios en la mucosa vaginal
Algunas mujeres se asustan al notar cambios en la mucosa vaginal durante el embarazo, pero no hay por qué alarmarse. Debido a los cambios hormonales el flujo aumenta en cantidad y se vuelve más oscuro.

Además, después de mantener relaciones sexuales puede que el flujo se tiña de rosado, pero esto no tiene nada que ver con las pérdidas de sangre en el embarazo. La causa es la inflamación de los pequeños capilares que se encuentran en el cuello del útero.

Gases en el embarazo
Los altos niveles de progesterona relajan los músculos intestinales produciendo gases en el embarazo. A esto se suma la lentitud en la digestión y la sensación de hinchazón abdominal, además del estreñimiento, también habitual durante la gestación.

Eliminar las bebidas con gas de la dieta, las comidas con grasa, masticar bien, comer lentamente y dormir de lado son algunos de los consejos para evitar los gases en el embarazo.

Hemorragias nasales
Así como pueden sangrar las encías, la embarazada también puede sufrir hemorragias nasales. Esto se debe a que la mucosa nasal se inflama ocasionando congestión nasal (como comentábamos más arriba) y en ocasiones la propia congestión provoca un sangrado de la nariz.

Se recomienda evitar los ambientes muy secos, los perfumes o cualquier otra sustancia irritante, limpiar las fosas nasales con solución salina y procurar no sonarte la nariz demasiado fuerte.

En caso de sangrado debes recostarte o sentarte con la cabeza más elevada que el resto del cuerpo y hacer presión en las fosas nasales con los dedos índice y pulgar entre cinco y diez minutos.

Si las hemorragias fueran muy frecuentes y abundantes, lo mejor es consultarlo con el médico.

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