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domingo, 25 de julio de 2010

El plasma: tratamiento natural contra las arrugas-TODO MUJER LATINA

TODO MUJER LATINA

El plasma: tratamiento natural contra las arrugas

El plasma rico en factores de crecimiento, el gran aliado de la medicina estética, obra el milagro de luchar contra el paso del tiempo y frenar las arrugas y la flacidez. Esta técnica, que no es nueva, sino que se remonta al premio Nobel de Medicina de 1986, vive todo su apogeo en las consultas estéticas y se alía con otros tratamientos para instalar en la dermis las bondades y virtudes de la juventud.

Estas inyecciones de sangre pura y del propio paciente están consideradas una revolución entre las terapias más avanzadas y novedosas en cuestión de regeneración de tejidos. Se habla de plasma rico en factores de crecimiento porque, una vez centrifugada la sangre, el número de plaquetas se multiplica entre 3 y 5 veces.

"Las plaquetas son las células sanguíneas que se encargan de producir la coagulación de la sangre y en su interior contienen los llamados factores de crecimiento o agentes señalizadores”, cuenta la doctora Inmaculada Adam Pous, de la clínica Dermaline.

“Esos factores de crecimiento no son más que unas proteínas solubles que se encargan de transmitir señales a las células para que empiecen a formar tejido nuevo, provocando así su proceso de regeneración y el desarrollo de nuevos vasos sanguíneos”, explica la doctora Inmaculada Adam Pous.

“Además, activan las funciones anabólicas del fibroblasto y estimulan la producción de colágeno, elastina y ácido hialurónico, elementos que potencian visiblemente el rejuvenecimiento de la piel”, añade.

Su finalidad es reafirmar y dar mejor aspecto a la piel tratada. “Los resultados del plasma se multiplican a medio y largo plazo, ya que su aportación, además de ser muy beneficiosa para la salud de la piel, destaca por frenar de manera visible su envejecimiento”, dice la doctora de la clínica Dermaline.

¿Pero cuál es el procedimiento?

“Tras una extracción al paciente de tan sólo unos 40 mililitros de sangre, ésta es sometida a un proceso de centrifugado del que se obtienen 3 mililitros de plasma rico en factores de crecimiento. El resultado es un fluido cargado de proteínas, ideal para aplicar en el rostro de forma tópica o subcutánea”, explica el doctor Mato Ansorena.

Tras la primera sesión, con un mes de diferencia, se debe aplicar otra, para que sus efectos se prolonguen durante más de un año, “si bien el estado de la piel y las características particulares de cada persona pueden condicionar este periodo de tiempo”, añade Adam Pous.

“El plasma rico en factores de crecimiento mezclado con mesoterapia es la técnica más vanguardista”, explica el doctor Mato Ansorena. Para este doctor, los efectos serán mejores y más duraderos “cuando se apliquen como complemento de otros tratamientos como “peeling” con ácido glicólico, radiofrecuencia o sustancias de relleno".

La mayoría de los médicos estéticos dan a las inyecciones de sangre autóloga la bienvenida y su aprobación porque es la manera más natural y efectiva que hoy existe para desacelerar el envejecimiento de la piel.

“Lo natural está de moda y este es un tratamiento eficaz, seguro y personalizado. No entraña ningún riesgo de rechazo, ni de incompatibilidad ni de de alergias. Su misión es la de provocar un mecanismo biológico de regeneración de tejidos”, dice el doctor Mato Ansorena.

Como su objetivo es provocar un mecanismo biológico de regeneración de tejidos, los efectos aparecen con el paso de los días, alcanzando su expresión máxima transcurridos veinte o treinta, “aunque a partir del cuarto o del quinto se ven muy bien los resultados”, asegura Mato Ansorena.

Para este médico, “la técnica resulta idónea para personas que ya han cumplido los 35 años, cuando afloran las primeras arrugas y los signos de envejecimiento son visibles. Es muy útil para mejorar el tono, la hidratación, la elasticidad y la consistencia de la piel”, añade el responsable de la clínica Mato Ansorena.

En pacientes con signos evidentes de flacidez, manchas producidas por el sol y ausencia de contorno facial, “las inyecciones de su propia sangre ayudan a aportar luminosidad a la dermis, pero el trabajo de las plaquetas es más lento”, añade.

Aunque es un tratamiento natural e inocuo, está desaconsejado en pacientes que puedan padecer alguna enfermedad hematológica, como anemia o alguna alteración de los factores de la coagulación, así como en mujeres embarazadas. Su aplicación mediante inyecciones “puede provocar algún que otro hematoma, el único efecto secundario,que desaparece en muy poco tiempo”, cuenta Adam Pous.

Es importante tener en cuenta que este tratamiento debe de ser realizado por un médico especializado y con material homologado para este uso.

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